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APRENDIENDO A CONFRONTAR LOS CONFLICTOS DE PAREJA: LAS 5 PELEAS MÁS FRECUENTES Y COMO SOLUCIONARLAS
Si a pesar de tener la convicción de que tienes al lado a tu alma gemela, aun no sabes cómo manejar las inevitables peleas, vas a necesitar aprender cómo hacerlo para mantener el equilibrio que toda relación sana amerita. He aquí como:
1. Celos e Infidelidades
No ha de ser sorpresa para nadie, que entre los motivos de consulta que expresan los pacientes que buscan terapia de pareja, se encuentra precisamente en primer lugar los celos y las infidelidades las cuales por lo general van de la mano; en numerosas ocasiones los celos vienen por una infidelidad previa que fue descubierta pero nunca perdonada. Se debe recordar que una cuota de celos denota interés en el otro, lo cual crea una atmosfera positiva, pero cuando estos celos se tornan exagerados o enfermizos terminan por destruir la relación inminentemente.
Ante este problema, lo que se recomienda es afianzar los lazos de confianza teniendo en cuenta que nadie es dueño de nadie, que si los celos no tienen fundamento pondrán poner entonces a su pareja en la condición de pensar “Si me está juzgando y no me lo merezco, entonces le seré infiel para sí merecerlo”. Y si por otro lado, existe una infidelidad, deben ambos tener presente que esta pone inmediatamente en peligro todos los años de relación, puesto que deja una cicatriz de por vida. En cualquiera de los casos, la pareja debe dialogar con respeto y antes de caer en lo patológico buscar un árbitro que en este caso sea el mediador de ambas opiniones y busque la solución en beneficio de la pareja.
2. Dinero
Las discusiones por dinero pueden aparecer en cualquier momento de la vida de pareja, sean jóvenes o mayores, el dinero afecta directamente la vida de pareja porque este implica lo que ambos quieren tener: Poder.
La diferencia de sueldos pareciera ser un tema superado en pleno siglo XXI, pero lo cierto es que cuando las mujeres ganan más dinero que los hombres, en la mayoría de los casos se vienen problemas. Puesto que generalmente quien más gana, es quien toma las decisiones más importantes en casa.
En estos casos, se debe recordar que una pareja es una sociedad y que por ende, si ambos desean permanecer eternamente juntos, deberán mantener proyectos similares. Cuando alguno sienta que esta sociedad está siendo desigual o injusta, debe plantearlo inmediatamente y meditar acerca de que tal vez las discusiones “por dinero” solo tapan problemas que van más allá del factor monetario.
3. Trabajo/ falta de tiempo
Se colocan en la misma categoría, porque generalmente es por exceso de trabajo, que se le resta tiempo a la relación. La mayoría de las discusiones de pareja que se generan por este factor es porque las esposas alegan que ellos pasan demasiado tiempo en la oficina.
Usualmente le pido a los que refieren este problema que se tomen el tiempo de meditar acerca de cuáles son sus prioridades en la vida, ¿Le das tiempo a tu pareja, familia e intimidad? ¿Qué perdurara hasta el último de tus días: tu trabajo o tu familia? ¿Qué necesita mayor sacrificio? - Una vez más, la clave está en la comunicación; tomar el tiempo necesario para planificar con tu pareja un escape a solas, un almuerzo a mitad de semana. Todo sacrificio vale la pena por la persona que amas.
4. Rutina
El desgaste de la rutina suele observarse generalmente en relaciones largas, que comenzaron a temprana edad o en aquellas parejas que en los primeros meses de relación vivieron precozmente etapas que correspondían a una más avanzada. La dificultad que atravesara cada pareja hasta lograr una solución dependerá de gran manera en lo que ambos piensen de la misma. Ya que si algún miembro siente que la “chispa del amor” ha desaparecido, será cuesta arriba el lograr retomarla, pero si ambos concuerdan en que el amor aun existe. Eso bastara para reconstruir la relación.
Suele ser la mujer quien menos capacidad adaptativa tiene cuando de rutina se trata. El hombre por el contrario puede pasar años tranquilo teniendo un orden perfecto de su día a día. Es por esto, que normalmente son las féminas las que llegan a terapia de pareja, refiriendo la rutina como motivo de consulta. Así que lo principal que se debe hacer en estos casos es convencer al hombre de que si desea tener la misma relación que tenía antes, la pareja necesitara atravesar por un periodo llamado Refrescamiento, el cual consiste en renovar la relación a través de la creación de momentos para compartir juntos, por ejemplo planificar un viaje o mejor aún, sorprender a la pareja con un escape inesperado. Cenas especiales, algún regalo apropiado que pese mas por lo sentimental que por lo material. Para superar la rutina, la imaginación tendrá un rol sumamente importante.
5. El contraste de personalidades
Es la causa que comúnmente expresan parejas recién divorciadas. “¿Por qué se separaron?” – “Por incompatibilidad de caracteres”, te responden. Ciertamente hay personalidades que no encajan o no son compatibles. En las que por más amor que se tengan, viven en una guerra continua, en donde los momentos de calma son la excepción. Este tipo de parejas son las que más tardan en separarse porque a pesar de las peleas, el amor está latente y es por esos pocos momentos felices que aun siguen juntos.
A mis pacientes suelo plantearles la pregunta ¿Por qué elegiste a el/ella como es y ahora intentas cambiarlo? La respuesta también se las doy y es que muchas veces en la etapa de noviazgo, lo que cautiva es la diferencia entre ambos, el cómo se complementan, los rasgos diferentes, mientras que al convivir el día a día con esta persona, simplemente tantos contrastes se vuelven intolerables.
Lo importante es que no se pretenda cambiar al otro ya que en todo caso, el cambio tiene que nacer de manera interna e individual. El proceso de adaptación no será fácil, pero toda pareja tiene que tener presente que a nivel terapéutico el cambio es sinónimo de evolución y deberá existir constantemente para que una relación sea sana, estable y para toda la vida.