sábado, 28 de mayo de 2011

MASOQUISMO EMOCIONAL


MASOQUISMO EMOCIONAL

¿Mejor mal acompañado que solo?

Se suelen usar los términos de “Sadismo” y “Masoquismo” sin el debido conocimiento de su significado, es importante conocer que ambos forman parte de las parafilias o trastornos sexuales y que en ningún caso pueden formar parte de una sana vida sexual:

Cuando se habla de Sadismo, se hace referencia a una persona que obtiene placer al realizar actos de crueldad, dominio o maltrato hacia su pareja o hacia si mismo, casi siempre de naturaleza sexual, mientras que el antónimo y “pareja ideal” de este concepto, es el Masoquismo, lo cual implica la obtención de un placer extremo al ser victima de actos de crueldad, dominio o maltrato. Al encontrarnos ante alguien que practica el masoquismo, estamos frente a una persona con una psicopatología; desde luego, si la condición avanza esta persona podría terminar con un trastorno mental más severo.

¿Por qué asociar una parafilia a la vida sentimental?

El masoquismo es una característica anormal en la naturaleza humana que no es fácil de identificar ya que hay una delgada línea entre lo que se considera normal y lo verdaderamente patológico. Sobretodo, cuando se observa esta conducta desde distintos enfoques culturales y religiosos. Sin embargo, lo que llamamos “masoquismo” (que generalmente se refiere al campo físico) puede ser asociado fácilmente a la esfera emocional. Es un hecho, que es incontable el número de personas (sobre todo mujeres) que buscan inconscientemente a una pareja que las dañe, humille, maltrate y castigue, y que sin importar el tiempo que dure la relación sentimental, se conoce que esta terminara mal. A veces parece difícil de creer, pero ¡Si! Hay personas que disfrutan de este tipo de maltratos.

Las causantes de que una persona aparentemente sana y normal, guarde en su estructura de personalidad características masoquistas no están del todo esclarecidas, sin embargo el escritor Walter Riso denomina una de las causantes como “Dependencia Emocional” la cual puede ser conceptualizada dentro de los trastornos de la personalidad o incluso como una dependencia adictiva. En este caso, la persona se encontrará continuamente en la necesidad de complacer los deseos y necesidades de su pareja sin siquiera preocuparse por aquellas metas individuales y personales.

En ocasiones, las personas se encuentran al borde de caer en un masoquismo emocional sin darse cuenta, ya que generalmente cuando este problema es percibido ya es demasiado tarde, por esto, se ha de estar atentos y buscar ayuda profesional si se siente identificado con 2 o más de las siguientes situaciones:

  1. Si mi pareja está contenta con las cosas que hago, yo me siento bien. De lo contrario, me siento sumamente triste y busco inmediatamente la manera de hacer algo que lo complazca.
  2. Muchas veces me quedo guardadas mis opiniones y sentimientos de inconformidad por miedo a lastimar a mi pareja. Sin embargo, cuando soy yo la que comete un error, recibiré un reproche de su parte inmediatamente.
  3. En ocasiones, sin darme cuenta dejo que mi pareja me grite a pesar de que yo no le he gritado.
  4. A pesar de que trato ser lo mejor posible, siempre mi pareja termina humillándome ante mi familia y/o amigos.
  5. Siento que mi pareja me hace sentir que no valgo nada, sus criticas, rechazo y humillaciones me llevan a pensar que nunca podre ser lo suficientemente bueno/a para él/ella.

Si efectivamente, sientes una dependencia emocional elevada hacia tu pareja, o podrías autodenominarte “Masoquista emocional”, debes tener en cuenta que la solución está en tus manos. Recuerda que nadie nace con un modelo de vida ya preestablecido, La dependencia emocional no es más que un patrón de necesidades emocionales que no fueron satisfechas en la niñez y que de mayores buscamos inconscientemente complacer mediante las relaciones interpersonales muy estrechas y asfixiantes.

A veces, si no fuimos adecuadamente amados, valorados y comprendidos por nuestros padres o por personas cercanas, inconscientemente estaremos en una constante búsqueda de ese sentimiento de “yo sé que él/ella me quiere, aunque no me lo demuestre”, y es con el pasar de los años que las condiciones psíquicas se van viendo tan afectadas que desencadenan una psicopatología. Por lo tanto, Vive el AHORA. Concéntrate en las cualidades que has desarrollado tu como individuo y no caigas en la triste condición de creer que es mejor estar mal acompañado que solo.

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